SEGUIDORES DE FRANCISCO 3a. ORDEN

Existe una manera simple de orar que consiste en entrar dentro de sí. Ir, no a un lugar exterior a mí, ni lejos; sino ir o descender al hondón del propio ser, a mi mismo corazón y allí encontrarme con Él: el Amor de mis amores, mi Dios y Señor. Y ahí y desde ahí dejarme Amar y amarLe. Esta es la realidad: somos, en el interior; morada de Dios; ahí hay que entrar y estar para orar.
Dale Me gusta, a la página facebook.com/seguidoressanfrancisco

¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros...? El templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros (1 Co 3, 16-17) y, Nosotros somos templos de Dios vivo, como lo dijo el mismo Dios (2 Co 6, 17). Ese templo es todo divino, porque habita en él la GLORIOSA TRINIDAD: El que me ama será fiel a mi palabra. Mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y habitaremos en él (Juan 14, 23). El Señor Jesús viene a confirmar esto y lo redondea al enseñarnos a orar: Cuando oréis... tú, cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará (Mateo 6,6).
Entra en tu habitación...., cierra la puerta..., en lo secreto..., son expresiones claras con las que el Señor se opone a la Exteriorización, a la Publicidad, a la Superficialidad hipócrita y farisaica en la oración. Recalca e insiste en la INTERIORIZACION es decir, en que hay que orar al Padre sobre todo retirado, en lo secreto y dentro de sí: en el hondón del ser, en el corazón.

Escribe san Agustín: Regresa a tu corazón. ¿Por qué huyes y te pierdes lejos de ti? ¿Por qué andas por caminos solitarios? ¿Por qué vagabundeas? ¡Vuelve! ¿Adónde? Al Señor. Él está a la espera. Regresa primero a tu corazón, tú que andas desterrado y errabundo. ¿No te reconoces A TI MISMO y quieres conocer a tu Creador? Regresa, repito, a tu corazón. Y examina qué sientes acerca de Dios allí dentro donde tú mismo eres su imagen (Comentario al evangelio de san Juan 18,10).